domingo, 10 de marzo de 2013

Capítulo 15. Viernes


¡Qué pocas ganas de ponerme a leer ofertas, mandar currículums…! ¡Uff! Tengo resaca y me duele la cabeza. Me acabo de tomar un sobre de esos mágicos; no sé lo que tienen, pero elimina de tu cuerpo cualquier señal de los excesos cometidos la noche anterior. Vamos, que te deja como nueva. Ayer fuimos al concierto de Los Planetas en la sala Riviera y luego a tomar unas copas a la Wurlitzer. Tampoco nos pasamos mucho, llegamos a casa a las 4 de la mañana, pero bebí demasiado. Sólo íbamos a tomarnos una copa,pero se nos fue de lasmanos, como siempre.

Los Planetas es uno de mis grupos de música favoritos. Indie salido de las entrañas de Granada. Marcos me dio la sorpresa al mediodía. Yo estaba un poco “depre” porque no podía ir a verlos, y el año pasado también me los había perdido porque justo el “finde” que tocaban en Madrid nosotros teníamos una boda fuera. Ya sé que el Jota no es un portento en directo, que no se lo curra mucho y que además apenas vocaliza, pero es una de mis aficiones ir a los conciertos de los grupos que me gustan y más si tienen disco nuevo, y el último disco de los Planetas me apasiona; “Ópera Egipcia”, ya sólo el nombre, es tan poético… Lo han criticado mucho, junto al anterior, por su cambio de estilo, pero como dijo Bumbury en una entrevista, un artista no puede seguir haciendo siempre lo mismo porque a su público le guste, tiene que seguirse a sí mismo, buscar y avanzar. Bueno, no dijo exactamente esto, pero más o menos. También se quejan de que es muy del sur, pero es precisamente ese sabor granadino y popular lo que a mí me ha cautivado. Quería ir a verlos, pero las entradas son carillas y no está mi presupuesto para caprichos. Ya me había resignado… ¡Pero Marcos tenía compradas las entradas desde hace un mes! ¡Qué tío! ¡Y no me había dicho nada! No sé cómo puede tener ese autocontrol. Si hubiera sido yo, no hubiera podido guardar la sorpresa, vamos, ni dos días ¡Qué digo! Seguro que el primer día ya se lo estaría soltando.

Por cierto, el concierto fue brutal, de los mejores conciertos de Los Planetas, según las críticas. ¡Menos mal que no me lo perdí!

Como había quedado con Hugo por la tarde, que hacía tiempo que no le veía porque se ha echado un medio ligue, le llamé para decirle que quedaríamos otro día, pero se animó a venir con nosotros. Un amigo de Marcos que tenía dos entradas, en el último momento no pudo ir al concierto; Hugo se quedó con una de las entradas y llamamos a Valeria para ver si quería la otra. No es que Valeria sea fan de Los Planetas, pero le apetecía salir y le pareció buena idea lo del concierto.

Antes fuimos a tomar algo por Chueca. Hugo estaba un poco bajo de ánimo

-      Es que estoy preocupado porque en el estudio hay poco trabajo y me han dicho que sólo vaya media jornada… Económicamente me mata porque si ya me pagaban poco y apenas llegaba a fin de mes…

-          Pero ¿Pueden hacer eso? – Le preguntó Valeria.

-     Conmigo pueden hacer lo que quieran, cariño, no tengo contrato. Estoy dado de alta como autónomo.

-         Pero, si tú trabajas allí todos los días… - siguió Valeria - ¿Eso es legal?

-      No – dijo Hugo – Pero es una práctica común entre los arquitectos. Con todo lo que está cayendo, la Agencia tributaria ya dio un toque diciendo que se iban a poner serios, y algunos estudios han contratado a sus arquitectos, pero muy pocos y el negrero de mi jefe no está entre ellos.

-     De todos modos – comentó Marcos – Con la nueva reforma laboral te pueden reducir las horas aunque tengas contrato.

-    Sí, y bajarte el sueldo también – Dije yo.

Esto nos llevó a hablar de política, lo de siempre; la nueva reforma laboral, los recortes sociales, el paro, la corrupción, las protestas, el 11M…

-           Yo creo que estamos yendo hacia algo muy bueno. - dijo Valeria con su calma habitual.

-          ¡Tócate el hello kity! – Soltó Hugo mirándola estupefacto.

-      ¿Cómo puedes decir eso? – Le pregunté sorprendida. A veces pienso que mi madre tiene razón cuando dice que a Valeria le gusta llamar la atención - ¡Las cosas están cada vez peor! -

-          Es la porquería que sale cuando empiezas a hacer una buena limpieza. - Seguía con su acostumbrada calma - Creo que estamos moviéndonos hacia una concepción del mundo basada en el amor y no en los intereses, la competitividad y el dinero.

Marcos intervino entonces, hablándole como quien intenta hacer entrar en razón a un loco,

-        Valeria, el mundo es cada vez más egoísta.

-       No la gente de la calle. En los corazones de la gente esta concepción del mundo ya está integrada y se implantará de forma natural. Fíjate en el 11M, no ha sido sólo un movimiento de protesta; en las plazas se palpaba el cariño, la solidaridad, la inclusión, el respeto…

-       Y ¿Cómo lo vamos a hacer? – Pregunté yo, queriendo creerle, pero pensando que eso era imposible.

-       Los cómos hay que dejárselos al Universo. Es su trabajo. Siempre se lo quieres quitar. – Dijo riéndose – Pero el camino ya está empezado, vamos hacia un mundo femenino.

-      ¿La mujer al poder? –, preguntó Marcos con un poco de desdén.

-   ¿Poder? –, repitió Valeria como si no entendiera esa palabra – Me refiero a que lo femenino, tanto en hombres como en mujeres, recupere su importancia.

-      Lo femenino... –. Marcos preguntaba sin entonar la pregunta.

-    El cuidado de los demás, el dar sin esperar nada, el amor incondicional…

-  Bueno, la mujer ya ocupa un puesto importante en la sociedad en la actualidad –, Marcos seguía el hilo feminista.

-  Sí, pero hemos pagado un precio muy alto por ello. Para que nos tuvieran en cuenta nos hemos convertido en hombres, hemos abandonado a la mujer.

-  ¿Estás en contra del feminismo?

- No. Estoy muy agradecida a esas mujeres. Hicieron lo que tenían que hacer en ese momento y han dejado las cosas más fáciles para que ahora reivindiquemos ese lugar que nos pertenece por derecho propio. Que se nos valore siendo nosotras mismas.

-   ¡Es hora de recuperar a la “mujer salvaje”! – dije yo con tono de “¡Al abordaje!” – Marcos me miró con la cara que memira cuando no entiende de qué hablo. Valeria y yo nos miramos y nos sonreímos.

No paro de darle vueltas a esta conversación y me he acordado de “El tema de nuestro tiempo” de Ortega y Gasset, en el que dice algo que puede estar relacionado. Más o menos viene a decir que cada generación tiene una misión. La misión de su generación era terminar con la idea de que la vida tenía una finalidad religiosa o científica y darle a la vida un sentido en sí misma. Los cambios en una sociedad ocurren cuando están integrados en el corazón de la gente. No es que aparezca un líder y luego la gente le siga, si no al revés: cuando estamos preparados aparece un líder que nos guía. Podría ser la misión de nuestro tiempo movernos hacia un mundo regido por el amor.

Es curioso como cuando piensas en algo, empiezan a aparecer mensajes en este sentido; he recordado una cita de Gala que aparece en el libro de poesía que tengo en la mesilla “Mujeres de carne y verso” dice: “El siglo XXI será femenino y espiritual, o no será”. La idea es bonita y sea o no cierta te hace más fácil la vida. Al fin y al cabo cada uno tiene su realidad y ésta es cierta para él mismo. Es mejor tener una realidad bonita que fea.

Marcos no es de la misma opinión que yo. Dice que mi hermana es un personaje y que vive en un mundo irreal.